Mi primera experiencia volando con KLM, ha sido realmente gratificante.
Una vez llegas al aeropuerto, es el pasajero quien obtiene las tarjetas de embarque con las maquinas de check-in, o terminales de autoservicio de facturación, que se encuentran en la entrada de los aeropuertos. Para expedir la tarjeta de embarque, hay que introducir el pasaporte por la ranura horizontal, o introducir el código de reserva.

Una vez introducidos los datos y verificados correctamente, se imprimen las tarjetas de embarque.

Se permite llevar como equipaje de mano un único bulto que no supere los 12 kg.
Tras superar el filtro de seguridad y dentro del área restringida, el embarque se produce escrupulosamente a la hora prevista.


KLM, es de las pocas compañías que siguen sirviendo el catering a sus pasajeros sin coste adicional, lo cual se agradece, más aún si te levantas a las 4 de la mañana para tomar el avión, como se ha dado en este caso; con lo cual una vez dentro del avión y tras despegar hacia el destino, un cafecito y un sándwich hacen el vuelo mucho más reconfortante.

La verdad que durante el vuelo se disfrutan de unas vistas maravillosas.

Para enterarte de las vacantes de KLM, checkea su web clicando aquí.
¿Que te parecen sus condiciones laborales? Deja tu comentario más abajo.
😉
Un articulo muy bien redactado, me gusta mucho esta pagina web, Sigue escribiendo!
🙂
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